
SYNOPSIS
The Darkness That You Fear nos sumerge de lleno en el día a día de Melissa, una joven luchadora, alegre y divertida que a sus treinta y dos años debe enfrentarse a un cáncer de mama. Esta enfermedad inesperada en su vida, el tratamiento previo a la intervención quirúrgica, así como el hecho de tener que aceptar las transformaciones que sufre su cuerpo, hacen que afloren en ella sus miedos más profundos.
Trailer - THE DARKNESS THAT YOU FEAR - Cortometraje 2021


PREMIOS Y SELECCIÓN OFICIAL FESTIVALES
ENTREVISTA – PERIÓDICO «LA VERDAD»
Premiado el corto de la actriz murciana Melissa Morán por su visión íntima del cáncer de mama

El festival Notodofilmfest otorga un galardón a este trabajo que cuenta en 3,5 minutos su experiencia con la enfermedad
ALEXIA SALAS
Domingo, 23 enero 2022, 23:28
«Eres tú», se repite ante el espejo la joven protagonista del corto ‘The darkness that you fear’ (La oscuridad que temes), premiado en el festival Notodofilmfest, patrocinado por Atresmedia y la Asociación Española para la Lucha contra el Cáncer. Esa escena final recoge la primera vez que Melissa Morán, actriz y directora murciana, se miró después de la mastectomía que le practicaron en septiembre. «No quería mirarme. Mi hermana me ayudaba a ducharme porque no quería verme, pero hacer el corto me ayudó a enfrentarme a mi cuerpo sin un pecho», cuenta Melissa. Por eso la escena corta el aliento con la estampida de emociones que desbordan a la joven cineasta en el difícil momento de enfrentarse a su nueva realidad.
Contar la experiencia del cáncer de mama en 3,5 minutos puede parecer tan imposible como olvidar este corto, en el que la actriz ha narrado su vivencia a flor de piel. Melissa ha filtrado un tono de íntima autenticidad en la historia, que respira la eternidad del reposo forzado, la angustia del futuro, el impulso de sobrevivir.
Solo el rodaje se convirtió en una odisea. Convaleciente como estaba en su casa de Santiago de la Ribera, se vio obligada a «engañar a un grupo de amigos», que hicieran de operadores de cámara, de fotógrafos, de iluminadores. Cuando se inscribió en el concurso, «quedaban dos semanas para el final del plazo y tuve que compatibilizarlo con los ratos en que me sentía con fuerzas», cuenta sobre la producción en pleno tratamiento de quimioterapia. Contó con la ayuda de 12 amigos, pero en el último momento quien lo iba a editar se echó atrás y Melissa tuvo que sacar fuerzas de ese almacén oculto donde el ser humano guarda una reserva para los momentos decisivos. «Tuve que hacerme cargo de la edición, sin dormir durante 24 horas y sin parar de ver las mismas imágenes», recuerda de la carrera final.
La escena final recoge la primera vez que la murciana se miró en el espejo después de la operación
«No me esperaba que dijeran mi nombre, porque había cortos muy buenos», cuenta Melissa sobre la gala donde recogió el premio en el cine Doré de Madrid el pasado 20 de diciembre. De este festival respaldado por el cineasta Javier Fesser para mostrar el trabajo de los jóvenes creadores, recibió mil euros y la difusión del corto a través de Atresmedia. El verdadero galardón fue la energía que le insufló en su momento más difícil. Unas alas que la han ayudado a remontar el vuelo con el proyecto de una película propia. «Es un thriller psicológico de una mujer con la perspectiva de Yerma», afirma sobre la obra lorquiana que versionó en un teatro de Londres, donde estudió Arte Dramático. «El arte ayuda a procesar algunas situaciones, es una terapia», explica.
Mar Menor, un refugio
En el cortometraje titulado ‘The darkness that you fear’ ha condensado su mastectomía emocional en 3,5 minutos, pero Melissa aclara que todo es más largo y complejo de lo que crees al principio. «Se suponía que no me iban a extirpar todo el pecho, pero luego vieron que tenía las glándulas de la axila dañadas», comparte la cineasta. Después llegan los largos meses de quimio, el cansancio y «la preocupación, porque tienes año y medio de baja, pero si tu tratamiento dura más, ya no tienes apoyo económico».
Como ha reflejado en el corto, «el Mar Menor fue en mi enfermedad una vía de escape cada tarde. Mis amigos me llevaban a la playa», cuenta la joven creadora. En las aguas de la laguna salada –también convaleciente– dejó su infancia, y ahora le ha devuelto calma.